Entradas populares

jueves, 17 de marzo de 2016

Aún no estás preparado para ser lo que necesito..

Me he dado cuenta de que te quiero, que te quiero más que a mi vida, más que a nadie en este mundo e incluso más que a mí misma, porque te quiero con el alma, con el corazón y con todo aquello que incluso no sé que tengo, porque te quiero con alegría, con lágrimas y con tristeza, pero a pesar de que te quiero, he entendido que no podemos estar juntos.
He pasado noches y días pensando en este momento, en este momento en que pueda tomar la difícil decisión de marcharme, sí, marcharme incluso estando enamorada de ti, tan enamorada, que de sólo pensar que ya no sabré de ti a diario me parte el alma en mil pedazos, pero me he dado cuenta de que me duele más tu actitud, tu manera de no decirme nada, de hacerme sentir sola incluso estando acompañada, porque he esperado tanto de ti que no he recibido nada a cambio, porque ya no puedo seguir mirando mi teléfono esperando una llamada, un mensaje o una señal que me haga sentir que te importo, porque a pesar de que me digas que me quieres, tus acciones dicen lo contrario.
Me dicen que aún no estás preparado para ser lo que necesito, pero yo no puedo seguir esperando a que lo seas. He decidido marcharme, alejarme por mi bien, porque no puedo estar aquí mientras tú maduras y decides ser lo que necesito, porque aunque el destino siempre busque la manera de unirnos he decidido que necesito labrar otro destino, otro destino en donde no estés, en donde tu recuerdo no me persiga y en donde no espere que vengas a buscarme y tengamos ese felices por siempre que tanto deseamos. Te quiero tanto que he decidido marcharme, he decidido luchar, pero esta vez no es por ti, es por mí, por mí misma, por mi felicidad, porque entendí, que la felicidad no está a tu lado, está en mí.

domingo, 13 de marzo de 2016

HAZ QUE NO PAREZCA AMOR.

"Haz que no parezca amor.

Que es lo que se lleva ahora.

Tú dices libre y yo digo cobarde.

Cobarde todo aquel que no es capaz de comprometerse con el instante.

Cobarde todo aquel que no esté presente cuando el otro está desnudo y vulnerable.

Cobarde todo aquel que puso un límite desde el principio.

Yo es que no quiero nada serio.

Como si no fuera lo suficientemente serio estar dentro físicamente de otro ser humano.

Yo es que no creo en las etiquetas.

Como si ponerle nombre a las cosas fuera algo malo.

Yo es que busco pasar el rato.

Como si la vida fuera para siempre.

Hay algo tan neurótico en nuestra manera actual de relacionarnos.

Tan irrespetuoso con la vida.

Tan impaciente.

Y queremos más: más picante, más gorda, más grandes, más altos, más guapas, más fuertes, más delgadas.

Nos aburrimos porque no nos soportamos a nosotros mismos.

Porque no queremos que nadie nos conozca.

Porque es más sencillo empezar de nuevo cada dos años vendiendo nuestra mejor cara.

Porque es mucho más sencillo follar que limpiar lo follado.

Porque tenemos miedo a que en el fondo seamos un auténtico fraude.

A que cuando el otro arañe un poco vea que no hay nada.

Nada serio.

Y aquí seguimos rascando, cambiando cromos repetidos, poniéndonos ropa interior cara para que otros se limpien los pies al entrar.

Haciendo del amor una servidumbre de paso.

¿No sientes a veces que tú vales más que todo eso que haces?

Que tú eres un jodido milagro.

Con tus ojos que todavía pueden ver.

Con tu pies moviéndose para llevarte al lugar que quieras.

Con tu boca capaz de dar las gracias.

Con tu piel ocupando una plaza en el mundo.

¿No sientes a veces que tú te mereces más que lo poco que te hacen?

Dos besos mal pegados.

Tres minutos entre las piernas.

Cinco embestidas.

Y un WhatsApp: No me agobies.

Lo más triste es que esta sociedad nuestra ha conseguido invertir los papeles.

Ahora si dices que sientes algo, estás loco.

Es muy pronto.

Muy arriesgado.

Poco inteligente.

Dime tú, cómo lo haces para no sentir algo cuando lo haces.

¿Cómo se finge la vida?

Cómo se hace para que nunca parezca amor.

Y que simplemente parezca un accidente". 

-

Nunca te conformes con ser el algo de alguien cuando puedes ser el todo de alguien más.

domingo, 6 de marzo de 2016

Pequeña, eres revolución.

Estás demasiado gorda; deja de comer.
Estás demasiado delgada; ¿comes bien?
No te pongas la falda tan corta, pareces una puta.
¿Por qué siempre vas en pantalones? Pareces un tío.
No pienses demasiado alto,
no hables,
no bailes,
no folles.
Cruza las piernas cuando te sientes,
ponte tacones, eres bajita,
no digas tacos,
maquíllate un poco, tienes mala cara.
No te rías de esa forma,
no mires a los ojos,
píntate las uñas; no te las muerdas,
no te rompas las medias,
pórtate como una señorita,
se perfecta.
Ya está bien, joder. Soy mujer, no una muñeca de plástico a la que puedes manejar y modificar a tu antojo.
No, no soy una Barbie con menos curvas que cerebro,
ni una princesa que se pasa el santo día cantando y esperando a que llegue ese príncipe azul. Soy mujer, una mujer real. O al menos, mi mujer real.
De la que se levantan por las mañanas con los ojos llenos de legañas en busca del calcetín que se le perdió entre las sábanas, con el pelo tan despeinado que parece que hubiera desatado un huracán, la noche anterior. De las que come lo que le da la gana, aunque vosotros os empeñéis en joderle la autoestima,opinando innecesariamente de su peso como si fuerais expertos en nutrición. De las que se sienten guapas al mirarse al espejo, de las que no necesitan piernas kilométricas y se vale de sus pechos pequeños para sentirse toda una top model. De las que piensan y hablan tan alto que, a veces, no se dan cuenta del poder que tienen hasta que alguien las intenta callar una vez más.De las que plantan cara a un mundo que les apartó la mirada, de las que miran a los ojos y sacan la lengua a los niños que les ponen caras raras en un autobús, de las que hacen retumbar todo el bar cuando se ríen, de las que sonríen sin ningún motivo a sabiendas de que será etiquetada y juzgada como loca, estúpida o desequilibrada mental. Soy de esas mujeres que prefieren correr descalzas a casa antes que soportar unos tacones diez minutos más.
Soy una mujer y quiero ser mi mujer. No quiero tener que imitar los estereotipos y los cánones de belleza que alguien implantó en la sociedad creyendo ser los únicos que representan a un tipo de mujer ideal. No quiero seguir un pensamiento único de sumisión que el/la mismo/a idiota anterior, creó y es que aún no sé qué mierda se fumó cuando dijo eso del sexo débil y el sexo superior. No quiero ser lo que otros quieren que sea, es demasiado aburrido aparentar ser alguien que no eres. Y aunque a veces, traicione a mis principios cuando lloro cada vez que me llamáis puta por defender mis derechos, seguiré queriendo ser mujer, mi mujer. Una guerrera de un metro sesenta y cinco, una mujer imperfecta desde la cabeza hasta los pies.